Sunday, October 22, 2006

El Profesor Pineda

Cuando se tiene una impresión tan grande como saber que el hijo de uno nació con Síndrome de Down, nada hay que nadie (ni siquiera los médicos) pueda decir, que haga que uno calme su angustia.
¿Qué es el Down? ¿Qué puedo esperar de mi hija? ¿Cómo será? Y bueno, hasta no ver... Y ví. Ví a Javi y a Isabella (de ellos quiero hablar después, largo y tendido, porque es mucho lo que hay que decir...). Y me devolvieron la luz que sentía extinguida en mi vida. Entonces Rita Aceituno, la Directora de la Fundación Margarita Tejada (Fundación para el Down en Guatemala) me hizo llegar una entrevista que me cambió la vida y me dio un norte a seguir. La de Pablo Pineda. En la foto. La del Profesor Pablo Pineda, para ser exactos (y miren que aún lloro cuando lo cuento...). Pablo es un joven español, de 29 años, que estudió magisterio y está a punto de graduarse de licenciado en psicopedagogía. Y además es empleado del Ayuntamiento de Málaga ¿Verdad que creían que los Downs no podían lograr esas cosas, no es cierto? Yo también. Entonces comencé a investigar. Quería saber qué había detrás de este muchacho. Qué habían hecho sus padres de diferente para que él no fuera un Down más. Y lo encontré. Se llama Proyecto Roma. Y de eso hablaré más adelante, pero se encuentra información detallada en internet.
Por ahora diré, que Pablo Pineda ha cambiado el concepto de los Downs a nivel mundial. Ahora se sabe que el nivel de retardo mental no es grave y que si antes no eran potenciados, era porque simplemente se les relegaba y escondía. No se les brindaban los apoyos adecuados y en pocas palabras, la lucha se daba por perdida antes de pelearla.
Quién no supo de algún Down que a penas era capaz de alimentarse o vestirse por sí mismo. Pues déjenme decirles que eso se debía a la falta de atención y esfuerzo de los padres, y no a la falta de capacidad de esa persona.
El otro día, en un congreso al que asistí, un médico mencionó a Pablo (y es que es toda una celebridad). Alguien en el público dijo que no había que hacerse muchas espectativas respecto de él, ya que era una excepción, dado que había recibido una educación privilegiada y apoyo incondicional de su comunidad y centros educativos. Y que eso en nuestros países no existe. El médico le contestó que lo importante era, que ahora la discusión ya no era si los Downs podían o no, sino la necesidad de crear medios y recursos para que lo logren. Me pareció una respuesta magnífica.
Yo espero, por lo tanto (y ya estamos trabajando en ello con Jenny), que mi hija Mariana se gradúe de bachiller y también pueda asistir a una universidad... si ella así lo desea. O si no, pues que se haga pintora, escritora, bailarina o cantante, (todo para lo cual también hay que prepararse) pero que sea buena en lo que hace. La mejor. Para que cuando se refieran a ella digan: esa pintora es fantástica... ah, ¿y te diste cuenta que tiene síndrome de Down?
Como dato curioso he de contar que intenté ponerme en contacto con Pablo Pineda, pero del Diario El País me respondieron que era imposible. Está ya cansado de dar entrevistas!

Pd: ya les contaré más sobre él, porque su historia es increíble!

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2 comments:

Aldebarán said...

Sobre este tema, recuerdo que hay una muchacha salvadoreña que se graduó de bachiller y hoy trabaja como archivista en un hospital. Ah, creo que también tiene el Síndrome.

Creo que puedes preguntarle a Rafael sobre este punto

Un abrazo

Unknown said...

Hola Aldebarán. Es cierto. Es la Lupita. Y sí, dice Rafael que se ganó su plaza a pulso. Y Paquito Flores se la entregó en acto público. Y sí... dicen que tiene Down. Jajaja... un abrazo!