Una falsa alarma

Ayer llevé a Mariana al cardiólogo. Fue una falsa alarma. Pero verán que la mamá (o sea yo) es alarmista, y según yo, no es para menos. Resulta que le bajaron la dósis de su medicina y yo sentí por la noche que estaba sudando.
Los bebés que padecen de su corazón transpiran más y se cansan al comer. Es uno de los síntomas de una deficiencia cardíaca.
A la mañana siguiente le llamé al cardiólogo y me dijo que era mejor chequearla.
Debí esperar dos horas, y cuando por fin pasé, gracias a Dios resultó que no era nada.
Pero a mí me asustan estas cosas. Después de todo lo vivido uno queda así... asustado. Temeroso de que algo pase. Vivo revisando a Mariana. Le veo sus pies, su columna, su cabeza, sus manos. Vivo mandándole mails al pediatra y llamando al cardiólogo. También he extremado mis revisiones médicas. Ahora sabemos que eso que uno conoce como una estadística sí ocurre.
Y es que la norma con los bebés down es: siempre mejor prevenir. Saludos.

Pd: Mariana con Jenny. Mariana ya está ensayando su gateo y sus primeros pasos. En la foto, pueden ver la relación tan linda que hay entre Mariana y Jenny. El amor que Jenny le pone a su trabajo, hace que Mariana le corresponda y dé tan buenos resultados. Gracias Jenny!