Monday, February 25, 2008

¿Difícil o imposible?

Desde que Jenny me explicó que para nuestros niños era posible hacer una inclusión escolar, supuse la cosa habría de ser difícil.
Y las primeras resistencias las encontré pronto, incluso antes de que mi hija cumpliera un mes de nacida. Hubo personas que creyeron que la decisión de meter a Mariana a un colegio regular obedecía a una especie de negación psicológica a aceptar su condición. En su momento les expliqué que no era invento mío. Que existían ya programas destinados a ello y que en Costa Rica (no Suiza o Suecia) se estaba haciendo. Les conté del caso de la niña que ya estaba en secundaria en el colegio Lincoln de Costa Rica y el de Pablo Pineda. Pero no hubo caso. Hasta le fecha creen que soy una madre enloquecida por el dolor de una hija que nació con retrazo mental.
Antes, me daba a la tarea de luchar e intentar explicarle a todo aquel que quisiera oirme, que no era así. Que mi hija tenía la capacidad y que otras personas con Down lo habían hecho. Hoy ya me cansé (quizás sea por eso que ya no escribo tanto el blog... ustedes disculparán) y me dedico a disfrutar los logros que a diario veo en mis hijas.
Hoy día, Mariana está a punto de comenzar a ir al mismo kindergarten al que va Valeria. Irá en un principio a jugar, a socializar, a salirse del entorno de protección en que obviamente ha vivido desde bebé. Quiero que vea gente, que aprenda a jugar y a defenderse como cualquier niño. Ya el año que viene vendrá lo duro, es decir, comenzará la carga académica.
Y tal como Patty lo dijo en el comentario al post anterior, con Jenny hemos llegado a la conclusión que en todo caso será mejor un colegio chico, donde la niña pueda tener más atención. Sus maestros, lo tengo más que claro, serán de crucial importancia. Lo que vea en el colegio será reforzado por Jenny durante las tardes, y si hay necesidad de otro tipo de apoyos, como la terapia de lenguaje, pues se le dará.
Ya les iré contando los avances y obtáculos con que, con toda certeza, nos hemos de encontrar en el camino. Pero, ¿qué aburrida sería la vida sin desafíos, no? Mi Mariana ha venido a hacer que mi vida sea más divertida y más plena. Pensar en todo lo que juntas hemos de lograr, me hace sentir que nuestra vida (la de toda mi familia) valdrá la pena ser vivida.

Pd.: En la foto, Mariana en Monterrico. Luego se bajó de la tortuga y se llenó de arena los ojos.
Posted by Picasa

1 comment:

Anonymous said...

Hola, me llamo Paola Hurtado y soy reportera de elPeriódico. Estoy buscando a padres que hayan intentado o que estén tratando de encontrar un colegio-escuela para su hijo con s. de Down.

Estoy trabajando un artículo sobre la inclusión en colegios-escuelas de los niños con necesidades especiales, a propósito de la nueva ley que entrará en vigencia.

¿Qué experiencias han tenido buscando colegio-escuela para sus hijos? ¿Es fácil o difícil hallar uno? ¿Qué resultados han tenido sus hijos en un centro educativo tradicional?

Les agradecería que me contacten antes del viernes 29 de febrero a mi correo: phurtado@elperiodico.com.gt o a mi celular, 5702-9653. Mi artículo saldrá publicado esta semana. Gracias.