Cuando yo tenía un mes y medio de embarazo, una compañera de la maestría, que había estado tratando quedar embarazada sin éxito, me dijo: —Yo quiero tener hijos, pero me da tanto miedo que me salga un hijo enfermo, o con algo malo. Lo único que yo pensé fue que no quería pensar en eso. Yo estaba segura que nada tenía porqué salirme mal a mí. Nada había que me hiciera sentir miedo y no volví a acordarme del tema.
Cuando Mariana nació, tanto ella como yo recordamos el comentario. Entonces le dije que yo había descubierto algo, que estar lista para ser mamá era mucho más que querer tener un hijo. Significa querer a tu hijo cómo sea.
Cuando a las mujeres embarazadas se les pregunta qué quieren que sea su nuevo bebé, si niño o niña, invariable, trillada, pero muy sinceramente responden: —No importa, con tal que venga sanito. Pues la verdad de las cosas es que, aunque no venga “sanito”, aunque el bebé no sea el bebé imaginado, de todas formas lo amamos con toda nuestra alma. Quizás incluso de una forma más intensa.
Ser mamá es entonces querer a un hijo por sobre todas las cosas: por sobre sus defectos, sus errores genéticos, sus enfermedades, sus sufrimientos, sus medicinas, sus incapacidades, sus dificultades para hacer algo.
Felicidades pues a las mamás que han dejado el alma, la tranquilidad, las horas de ocio, las salidas con las amigas, las horas de sueño, las lágrimas, los sueños de perfección y a sí mismas siéndolo. Esas, esas son las mamás imprescindibles.
Cuando Mariana nació, tanto ella como yo recordamos el comentario. Entonces le dije que yo había descubierto algo, que estar lista para ser mamá era mucho más que querer tener un hijo. Significa querer a tu hijo cómo sea.
Cuando a las mujeres embarazadas se les pregunta qué quieren que sea su nuevo bebé, si niño o niña, invariable, trillada, pero muy sinceramente responden: —No importa, con tal que venga sanito. Pues la verdad de las cosas es que, aunque no venga “sanito”, aunque el bebé no sea el bebé imaginado, de todas formas lo amamos con toda nuestra alma. Quizás incluso de una forma más intensa.
Ser mamá es entonces querer a un hijo por sobre todas las cosas: por sobre sus defectos, sus errores genéticos, sus enfermedades, sus sufrimientos, sus medicinas, sus incapacidades, sus dificultades para hacer algo.
Felicidades pues a las mamás que han dejado el alma, la tranquilidad, las horas de ocio, las salidas con las amigas, las horas de sueño, las lágrimas, los sueños de perfección y a sí mismas siéndolo. Esas, esas son las mamás imprescindibles.
6 comments:
Feliz Dia de las madres, te felicito porque las nenas estan preciosas, y tienes mucha razón, las madres lo aman a uno con defectos y virtudes, hasta bonito lo ven a uno, por eso es que se les quiere tanto.
Hola Rebeca. Muchas gracias por tus felicitaciones.
Felicidades a tì.. sin duda tus hijas tienen una mamà que las ama sin condiciones..
Un abrazo.
Gracias Nancy!
Yo recién tengo 2 semanas de haber dado a luz, y también recién cuando mi bebe vio la luz me enteré que mi bebe tenía sindrome de down, no ha sido fácil por que mi bebe tiene problemas cardiacos que a pesar de que me hice ultrasonidos "de ultima generación" no fueron detectados. Mi bebe me encanta, como dices ser madre te abre los ojos a otras perspectivas del mundo y al hijo se le quiere como es y se le ayuda. Lo amo y quiero darle lo mejor de mi misma.
Hola. Ahorita, en estos momentos difíciles, mi consejo es agarrarse, con toda el alma, al amor (confuso) que sentís por tu bebé. A la larga, es lo único que lo mantiene a una en pie y da fuerzas, pero es lo más seguro y lo más real. Te mando un abrazo. Vas a ver cómo, con el tiempo, ese amor los salva a ambos.
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