El amor es lo que permanece

En un comentario hecho a la nota que apareció en elPeriódico sobre el blog de Mariana, Maribel de Vega, que ha sido vecina en El Salvador de mis papás desde antes que yo naciera, escribió: “Su capacidad de amar será mucho mayor cada día por ella (Mariana), y al final el amor es lo que permanece.”
Esta idea la había pensado muchas veces, pero ahora la veo plasmada en un sola y sencilla frase. ¿Qué más da que un hijo sea normal, down, autista, o cualquier cosa? ¿A caso no se ama a los hijos de igual forma y al final de la vida no es este amor lo único verdadero y perdurable?
Confieso que al principio me imaginé mi vida con Mariana como una vida de sacrificios extremos. De grandes complicaciones y ataduras. Y así deben imaginársela muchos desde afuera.
Pero hoy día, luego de pensar la cosa, conocer otras familias down, me doy cuenta que gracias a ella mi vida estará garantizadamente llena de amor. ¿Quién puede decir eso con tanta certeza? Esta garantía, de luchar toda la vida por amor, ha hecho que nuestras prioridades cambien. Antes, nuestras vidas estaban destinadas a lograr éxito profesional y cosas materiales. Ahora, todos nuestros objetivos van encaminados a lograr una vida llena de todo aquello que pueda hacer felices a nuestras hijas. ¿Para qué tengo las manos, los pies, los ojos, el dinero y la salud, sino es para ser y hacer feliz a mi familia?Así que a todo aquel que quiero sólo puedo desearle que Dios le depare un regalo tan grande como el que él nos dio a nosotros, aunque suene extraño y aunque nadie vaya a pedirlo voluntariamente. ¿Son raras las cosas de la vida, no es cierto? Gracias Maribel por esa frase que encierra tanto. Un abrazo